Rubén Darío: Analizando y disfrutando ‘Azul’, su poema completo

¡Bienvenidos al blog Poemas Blog! En esta ocasión les traigo el poema completo “Azul” de Rubén Darío, uno de los poetas más destacados en la literatura española. Sumérgete en las vibrantes palabras de este emblemático escritor y déjate envolver por su magia y sofisticación. Descubre cómo Darío nos transporta a un mundo lleno de sueños, imágenes y emociones deslumbrantes. ¡No te lo pierdas!

Rubén Darío: Azul, el poema completo que marcó un hito en la poesía modernista

Claro, aquí tienes el poema completo “Azul” de Rubén Darío:

Azul

Yo soy aquel que ayer no más decía
el verso azul y la canción profana,
en cuya noche un ruiseñor había
que era alondra de luz por la mañana.

Eran mis sienes puras de armonía,
y de oro y rosas mi cabeza loca;
y como yo, mi espíritu vivía
en los orfebres de fúlgida estrofa.

Tiembla el cristal sonoro de su lira
al resonar las frases de mi boca;
gimo como el órgano cuando suspira
en sus nocturnas músicas de toca.

Y hay celestes perlas en el fondo
de mis visiones, y cada vislumbre
es un lucero, y todo el mundo escondo
dentro del cofre de mi cerebro.

Yo soy el rey: mi trono está en el sueño;
mi cetro, de la luna en el reflejo;
mi corona, el redor de un lucero,
y mi palacio, de iriada concha.

Yo mido con los ojos la distancia
que pone a dos esferas en contacto;
y rozo con los labios de la gracia
la hermosura ideal, objeto abstracto.

Soy el etéreo capellán del Todo,
entre lo desconocido y lo evidente;
yo riego diamantes en espacio,
y el diamante que riego, el sol, lo bebe.

Leer más:  Poema lo fatal: El dolor y la belleza en versos de Rubén Darío

Soy el juglar pindárico. El artífice
de toda ideal mansión, todo edificio
del sueño, en que el amor y el goce
cambia en divinas formas el artículo.

Yo te hago, ¡oh estrofa!, purpúrea y diadema,
y en un ritmo de ángeles te levanto;
y eres ala de cisne y rosa esquife,
que a la isla de la gloria me levanta.

Por ti los ecos de la selva imitan
las áureas sílabas de mi lira,
y yo desgrano en perlas las espigas
tras de los surcos de mi amor que aspira.

¡Oh tienda de perfumes!… La romanza
que sale de tus labios es un santo
perfume, y el de mi alma, que se expande,
si no es bastante, es que eres tú un encanto.

Así es mi corazón, así es mi verso,
pluma feliz engastada en la ola,
palpitación melódica, terso,
turgente, refolgado pecho, viola.

Soy el que ayer no más decía. “Hermosa
Eres, oh joven, como el alba hermosa!”
Y al ver tus ojos se llenaban de orgullo
mis ojos ciegos que mirar no pueden.

Mi verso es sólo sangre. En él resumo
un mundo ardiente, juvenil, eterno;
y si mi mano a veces deja asido
el cáliz dulce de dormir mi ensueño,

es que mis fuerzas, en mi ser reunidas,
quiero utilizarlas todas juntas.
¡Oh!, mientras llora un niño en esta vida,
habrá una lágrima que en el cielo junta.

No cabe en el cristal tanta agua pura,
y no hay en el espacio luz bastante,
y el chorro de la gracia lo fulgura
la armonía de Dios en mi semblante.

Y mi verso, al través de las edades,
prenderá siempre, como un imán fuerte,
un vuelo hacia los astros de las naves
y un ansia de infinito hacia la muerte.

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Yo soy aquel que ayer no más decía
el verso azul y la canción profana,
en cuya noche un ruiseñor había
que era alondra de luz por la mañana.

Eran mis sienes puras de armonía,
y de oro y rosas mi cabeza loca;
y como yo, mi espíritu vivía
en los orfebres de fúlgida estrofa.

Leer más:  Explorando la esencia lírica: ejemplos de poemas que cautivan el corazón

Tiembla el cristal sonoro de su lira
al resonar las frases de mi boca;
gimo como el órgano cuando suspira
en sus nocturnas músicas de toca.

Y hay celestes perlas en el fondo
de mis visiones, y cada vislumbre
es un lucero, y todo el mundo escondo
dentro del cofre de mi cerebro.

Yo soy el rey: mi trono está en el sueño;
mi cetro, de la luna en el reflejo;
mi corona, el redor de un lucero,
y mi palacio, de iriada concha.

Yo mido con los ojos la distancia
que pone a dos esferas en contacto;
y rozo con los labios de la gracia
la hermosura ideal, objeto abstracto.

Soy el etéreo capellán del Todo,
entre lo desconocido y lo evidente;
yo riego diamantes en espacio,
y el diamante que riego, el sol, lo bebe.

Soy el juglar pindárico. El artífice
de toda ideal mansión, todo edificio
del sueño, en que el amor y el goce
cambia en divinas formas el artículo.

Yo te hago, ¡oh estrofa!, purpúrea y diadema,
y en un ritmo de ángeles te levanto;
y eres ala de cisne y rosa esquife,
que a la isla de la gloria me levanta.

Por ti los ecos de la selva imitan
las áureas sílabas de mi lira,
y yo desgrano en perlas las espigas
tras de los surcos de mi amor que aspira.

¡Oh tienda de perfumes!… La romanza
que sale de tus labios es un santo
perfume, y el de mi alma, que se expande,
si no es bastante, es que eres tú un encanto.

Así es mi corazón, así es mi verso,
pluma feliz engastada en la ola,
palpitación melódica, terso,
turgente, refolgado pecho, viola.

Soy el que ayer no más decía. “Hermosa
Eres, oh joven, como el alba hermosa!”
Y al ver tus ojos

Preguntas Frecuentes

¿Cuál es el significado y la temática principal del poema “Azul” de Rubén Darío?

El poema “Azul” de Rubén Darío es una obra modernista que expresa la búsqueda de la belleza y la perfección estética a través de imágenes y metáforas exquisitas. La temática principal se centra en el amor, la melancolía, la búsqueda interior y la naturaleza como fuente de inspiración. El autor utiliza un lenguaje rico y musical, combinando elementos simbólicos y sensoriales para crear una experiencia poética intensa y evocadora.

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¿Cuándo fue publicado el poema “Azul” y cómo fue recibido por la crítica literaria de la época?

El poema “Azul” fue publicado en el año 1888. En su momento, la crítica literaria de la época recibió este poema con gran asombro y admiración, considerándolo una obra innovadora y revolucionaria dentro de la poesía en lengua española.

¿Qué elementos literarios y estilísticos caracterizan la obra de Rubén Darío en el poema “Azul”?

La obra “Azul” de Rubén Darío se caracteriza por su uso de diversos elementos literarios y estilísticos. En primer lugar, destaca el modernismo, movimiento literario al cual Darío está asociado y que se caracteriza por la renovación formal y temática. Además, se aprecian elementos como la belleza estética, el simbolismo, el exotismo y la sensualidad, presentes en la descripción de paisajes exóticos y en la exploración de la vida y la muerte. También se perciben recursos estilísticos como el uso de imágenes sensoriales, metáforas y comparaciones para transmitir emociones y sensaciones vívidas al lector.

En conclusión, podemos afirmar que “Azul” es una de las obras más emblemáticas del poeta Rubén Darío. A través de sus versos cargados de intensidad y sensibilidad, nos sumergimos en un mundo lleno de melancolía y belleza. En este poemario, Darío logra plasmar la dualidad entre la realidad y la fantasía, así como la búsqueda constante de la perfección estética.

Azul se erige como un hito en la poesía hispanoamericana, marcando el inicio del Modernismo y dejando una huella imborrable en la literatura. La maestría en el uso del lenguaje y la riqueza de las imágenes transportan al lector a diferentes escenarios y momentos históricos, sin perder la esencia lírica y romántica que caracteriza al autor.

La influencia de “Azul” se ha extendido hasta nuestros días, siendo una referencia obligada para aquellos que buscan explorar la poesía hispana. Los versos de Rubén Darío nos invitan a reflexionar sobre la condición humana, el amor, la naturaleza y la trascendencia del arte.

En definitiva, “Azul” es una pieza fundamental en la trayectoria literaria de Rubén Darío y una obra imprescindible para comprender la evolución de la poesía en lengua española. Invitamos a los amantes de la poesía a sumergirse en sus páginas y dejarse cautivar por el legado eterno de este excepcional poeta.

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